San Pablo Extramuros

La Basílica de San Pablo Extramuros

Actualizado el domingo, 10 noviembre, 2019

Basílica de San Pablo Extramuros

La Basílica de San Pablo Extramuros es uno de los tesoros menos conocidos de Roma, y además, curiosamente, la segunda más grande tras la Basílica de San Pedro del Vaticano. Es otras de las grandes Basílicas romanas, y dado el alto numero de iglesias y basílicas que hay en la capital italiana, visitar estas cuatro es ideal para obtener una visión general, pero infinita, del arte.

Cómo llegar

La Basílica de San pablo Extramuros o San Paolo fuori le mura, se encuentra en la piazza San Paolo, al sur del río del Tíber, y como indica su nombre, fuera del límite de las antiguas murallas romanas, en el Quartiere de Ostiense, cerca del pintoresco barrio de la Garbatella.  Por tanto hay que alejarse del centro para visitarlo. Para llegar hasta allí, basta tomar la línea B del metro (parada Basilica di San Paolo), la línea 23 del autobús (salida desde Trastevere, Lungotevere Sanzio -San Filipperi) y parada en Viale San Paolo, o así mismo la línea 170 del autobus con salidas desde Piazza Venezia (Agricoltora) y paradas en Marconi-Edison.


Patrimonio

La Basílica de San pablo Extramuros, es la segunda más grande de roma por detrás del Vaticano. Al igual que la de San Juan de Letrán, data del s. IV. Su construcción se debe a la devoción de los seguidores de San Pablo, que a su muerte tras ser ejecutado, erigieron un santuario sobre su tumba, lugar que sería consagrado más tarde en el 324 d.c en una Iglesia que sería demolida poco tiempo después para construir la actual Basílica de San Pablo, cuya fecha de finalización fue el año 395. Sin embargo la vida de esta obra de arte no ha sido tranquilda, en la noche del 15 de julio de 1823 un incendio la arrasó practicamente en su totalidad. El famosos literato francés, Stendhal, describió más tarde este hecho de la siguiente manera en sus famosos Paseos por Roma:

Yo visité San Pablo el día después del incendio. Tuve una impresión de severa belleza, triste como la música de Mozart. Estaban todavía vivos los vestigios dolorosos y terribles de la desgracia; la iglesia se había convertido en escombros negros y humeantes; los fustes de las columnas, partidos por toda su largura, amenazaban con caer a cada instante. Los romanos, consternados, habían ido en masa a ver la iglesia incendiada.

Tras esta desgracia, el pueblo entero se volcó en su rehabilitación, obteniéndose un bello resultado del que destacan las inmesas columnas de alabastro, los mosaicos, de los cuales algunos de época medieval se salvaron de las llamas junto a la sepultura de San Pablo, que se encuentra bajo un precioso baldaquino de mármol.  Esta basílica es grandiosa por haberse sobrepuesto a las inclemencias de la historia, pero también por esconder un curioso secreto: a lo largo de la parte superior de las paredes pueden observarse los retratos de los distintos papas que ha habido a lo largo de la historia, y sólo la luz del sol que entra por uno de los tragaluces enfoca al papa actual.


Qué hacer en la zona

La Basílica de San Pablo extramuros se ubica fuera del centro de Roma, en la zona de Ostiense, y más concretamente en el barrio de La Garbatella, un verdadero canto a la Roma de los años 50′. Es un lugar ideal para pasear sin un rumbo determinado y perderse a través de sus estrechas calle y pasadizos que desembocan en pequeñas plazuelas con escaleras retorcidas que llevan a otros lugares. La Garbatella es uno de esos lugares en que la tradición ha dado paso a nuevas tendencias urbanas inspiradas en el pasado, y buena cuenta de ello dan los murales y grafitis que visten las paredes.


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