Actualizado el domingo, 10 noviembre, 2019
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Santi Quattro Coronati
La Basílica dei Santi Quattro Coronati, o de los Cuatro Santos Coronados es una antigua iglesia de Roma que data de los siglos IV y V y se compone de diferentes construcciones. Concretamente, el Palacio Cardenal fotificado, dos patios, la capilla de San Silvestre y un Monasterio que perteneció a las órdenes benedictina y camaldulense. Si quieres saber más acerca de una de las iglesias más antiguas de Roma, que data de los tiempos del Imperio Romano, te recomendamos que sigas leyendo.
Orígenes
Esta Basílica toma su nombre de cuatro soldados cristianos que, durante época romana, cuando los cristianos eran perseguidos, se negaron a adorar y a hacer sacrificios a Esculapio, dios romano de la medicina. Por ello, fueron martirizados por orden del emperador Diocleciano entre los años 284 y 305. Sus cuerpos fueron enterrados en el cementerio de los Santos Marcelino y Pedro y, al ser mártires anónimos, se decidió darles diferentes nombres como los cinco canteros mártires de Panonia o los cuatro mártires de Albano.
Según textos históricos, la primera iglesia fue realizada en la ladera noreste del monte Celio en el siglo IV durante el papado de Melquíades, convirtiéndose en una de las primeras iglesias de Roma. No obstante, fue renovada varias veces a lo largo de su historia. La primera de ellas, entre 847 y 855, ocurrió durante el papado de León IV, quien edificó la cripta, añadió las naves laterales, el campanario y las capillas de Santa Bárbara y San Nicolás en un estilo carolingio.
Sin embargo, durante el saqueo normando de Roma, la iglesia fue destruida quedando sólo el patio y el ábside. Ante ello, el Papa Pascual II la reconstruyó y a lo largo de los años se le fueron añadiendo nuevas partes, como el claustro cosmatesco del siglo XIII, la restauración de Martín V y la presencia de varios frescos.
Visita a la Basílica
La Basílica está abierta al público y debido a sus numerosas restauraciones podemos contemplar con nuestros propios ojos los diferentes siglos de historia que esconde tras sus paredes. La iglesia se compone de tres naves que desembocan en el mismo gran ábside decorado por unos bellísimos frescos obra del pintor Giovanni San Giovanni entre el 1623 y 1630. En ellos se representa el martirio de los Cuatro Santos Coronados y el ascenso de los mismos al cielo rodeados de ángeles.
Otros puntos a visitar son la cripta en donde se guardan las reliquias de los cuatro mártires, el claustro construido en 1120 al que se accede desde la nave izquierda y la Capilla de San Silvestro decorada con unos magníficos frescos realizados en 1246 y que reproducen el Juicio Final y una serie de hechos que narran la conversión al cristianismo del Emperador Constantino por el Papa Silvestre.
Finalmente, no perdáis la oportunidad de ver los frescos del Aula Gótica del Monasterio. En 1996 con motivo de la restauración de una de las salas fueron descubiertas de forma fortuita una serie de pinturas del siglo XIII. Permanecieron escondidos bajo una gruesa capa de yeso durante más de 800 años y desde 2002 se pueden ver en a sala correspondiente.
La zona
Ubicada en el Rione de Celio, el Monasterio está ubicado cerca del Palacio Laterano, la Basílica de San Juan y San Pablo y la Piazza San Giovanni. Es una zona muy tranquila de Roma, con muy poco tráfico y ruidos permitiendo darse un paseo por sus calles o tomarse un café en sus terrazas. Al estar cerca del Coliseo y de otros monumentos antiguos, con los años se ha convertido en una zona muy turística llena de hoteles y de varios Bed & Breakfast.
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